El Salvador y Nicaragua: un análisis del autoritarismo en Centroamérica
En el marco del webinario “Las modalidades del autoritarismo en Centroamérica: análisis de los regímenes políticos de El Salvador y Nicaragua” destacados expertos y expertas como Jenny Pearce, profesora visitante del LatinAmerica and Caribean Center, London School of Economics, Manuel Meléndez Sánchez, estudiante de doctorado de Harvard University, y Salvador Martí, profesor de ciencias políticas de la Universitat de Girona, ofrecen perspectivas detalladas sobre las modalidades de autoritarismo en Nicaragua y El Salvador, así como la fragilidad democrática en la región.
Desde la diversidad de enfoques políticos hasta la erosión democrática y la evolución de los regímenes, este análisis destaca la importancia de entender las raíces históricas y las dinámicas contemporáneas para abordar los desafíos políticos actuales en Centroamérica:
Diversidad y contingencia en la política centroamericana
Pearce enfatiza la diversidad de modalidades políticas en Centroamérica, señalando las diferencias significativas en las direcciones políticas de los seis países que componen la región. Aunque reconoce estas diferencias, destaca la importancia de identificar hilos comunes y no asumir que la deriva autoritaria es inevitable. Subraya la necesidad de un análisis crítico de los factores que han posibilitado dicha deriva, instando a no caer en la idea de que los procesos políticos están predestinados.
Modalidades de autoritarismo en Nicaragua y El Salvador
Pearce ofrece un análisis detallado de las modalidades particulares del autoritarismo en Nicaragua y El Salvador. En Nicaragua, describe a Ortega como un líder pragmático que ha utilizado la comunicación y la cultura, respaldado por programas sociales y una represión totalitaria, adaptándose a cambios en el contexto global para mantener su base de apoyo. En contraste, en El Salvador, destaca cómo Bukele ha construido una «ciudadanía autoritaria» mediante la promesa de seguridad a costa de los derechos humanos, utilizando la represión selectiva y la crueldad para enfrentar la violencia de las maras.Clasificación y estabilidad de los regímenes
Meléndez Sánchez ofrece una perspectiva comparativa sobre los regímenes en El Salvador y Nicaragua, clasificándolos respectivamente como autoritarismo personalista y autoritarismo competitivo. Destaca cómo Ortega en Nicaragua ha recurrido a una represión violenta y sistemática para mantener su control, mientras que Bukele en El Salvador ha mantenido una alta popularidad y ha evitado medidas represivas extremas hasta ahora.Estrategias de oposición y evolución de los regímenes
Meléndez Sánchez discute las estrategias de oposición y su impacto en la estabilidad de los regímenes. Se refiere al trabajo de Laura Gamboa sobre objetivos y formas de oposición, argumentando que las estrategias moderadas e institucionales pueden ser más efectivas a largo plazo. Además, advierte sobre la posibilidad de que Bukele adopte medidas represivas más duras en caso de una disminución de su popularidad, destacando los costos significativos que esto podría tener en términos de reputación internacional y relaciones exteriores.Democratización ex novo y frágil
Martí examina la democratización en Centroamérica como un proceso único, surgido de acuerdos de paz impulsados por la comunidad internacional después de conflictos violentos. Destaca la falta de una tradición democrática previa en la región y cómo estas democracias emergentes nacieron frágiles, sin una cultura política democrática establecida y marcadas por una fuerte herencia de violencia. Subraya cómo estas condiciones llevaron a que los actores políticos percibieran el poder como algo sólido y autoritario.Erosión democrática y tercera ola de autoritarismo
Martí observa una rápida erosión democrática en los últimos años, influenciada por cambios en la política internacional y la llegada de gobiernos más permisivos con el autoritarismo. Concluye que estamos en una «tercera ola» de autoritarismo en Centroamérica, ejemplificada por líderes como Daniel Ortega en Nicaragua. Destaca la falta de presión internacional para mantener la democracia y cómo esto refleja una tendencia global hacia regímenes más autoritarios.